Tú.

Una bala perdida hecha a mi medida.

lunes, 28 de diciembre de 2009

Recordar.


Cuando me acostumbre a tu felicidad sabré que no me duele tanto, pero sin embargo, en cuanto veas mi tristeza, simplemente te irás con ella y me dejarás, sin corazón, con el vacío que queda.

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